lunes, 3 de noviembre de 2008

No hay apostolado sin sacrificio: renunciar para hacer el bien.

Dios exige para quien elige una misiòn noble la renuncia total a sus miras y la entrega desinteresada a las demandas de su voluntad:
- se lo exige a Abraham y le manda salir de su tierra y dejar su parentela.
- se lo xige a Jacob, para hacerle padre de lasdoce tribu de Israel.
- se lo exige a Moisé y le da orden de conducir a su pueblo a la libertad.
- se lo exige a todos los profetas, a Samuel, a Isaías, a Jeremìas, que deben poner sus vidas al servicio de la causa de Dios, sin atender a sus conveniencias o a sus intereses.

En la vida de los grandes santos existe una llamada similar al desprendimiento y a la entrega. Estas exigencias es valida para hoy, pero el nombre que se menciona o puede mencionar Dios para la misión, "puede ser la tuya".

Dios los bendiga. Feliz semana.